La Quinta de Jarama, Madrid

Rubén es hermano de Miriam. Miriam es la mujer de Gerard. Gerard y Miriam son muy amigos de Laura y Abel. Y a su vez, los cuatro, son amigos de Patricia y Alberto. Así que cuando me escribió María, ya sabía yo que que esta boda iba a ser como estar en casa.

Y desde luego no me equivoqué, porque como ya pudimos ver en la preboda por el centro de Madrid, enseguida teníamos claro que íbamos a compenetrarnos bien y dar muestras de esa cercanía que se tiene entre las personas que conectan desde un primer momento, si bien no han sido pocas las veces que nos hemos escrito y hablado durante todos estos meses preparando este día tan estupendo para que todo resultara perfecto.

Pero si con María y Rubén hubo una complicidad excelente desde el principio, no puedo decir menos de todos los invitados que me hicieron sentir como uno más de esa gran familia. Y es que cuando la gente se deja, el resultado es maravilloso, sorprendente y muy agradecido. Creo que eso se deja entrever en el resultado final, que os muestro a continuación.

Como siempre digo, todas las bodas pueden parecer iguales, pero todas son distintas. Y no todas son especiales. ¿Adivináis dentro de qué categoría entraría ésta?